This blog post was written by Inés Rodriguez

As the 2020-2021 YAP program year comes to a close, I am reminded of the integral role that our dedicated Writing Fellows play in cultivating the voices of our brilliant young people. 

Every semester the Young Author Project brings in over 20 volunteer artists to serve in 17 Savannah-Chatham County Public Schools. They take on the role of writing mentors and creative coaches to help Savannah’s youth tell their stories with skill and confidence. They provide a safe space to explore, imagine and create so youth can express themselves and connect the learning that’s happening in their lives, to their communities, and their actions to transformational change. 

It’s a fierce work of nurturing the most powerful thing youth have – their voice.

I call it fierce because I know firsthand the incredible impact mentors had in my life. As an extremely soft-spoken, and often fearful, first-gen kid I didn’t believe I had something worth saying; much less worth being heard. But there were a handful of folks in my life who saw something in me that I couldn’t yet see for myself. 

Teachers who left notes of affirmation or curious questions on my homework assignments, peers who dared me to speak up, and adults who paused to ask and genuinely listen to my opinions on a subject. All these tiny moments reminded me that the only real failure was in not being, and expressing, of myself.

Of myself. Not of others, or of some mold they wanted me to force myself into. These little angelitos were invested in what I had to say, in seeing and imagining the world through my vantage point and lens. They released the transactional binds of standards and expectations, and gave me these micro-moments and spaces to just be, and express myself.

I’d like to think that my journey is unique, and in some ways it is, but the truth is I see evidence of it everyday in how our Writing Fellows commit to our youth over the course of our eleven-weeks. I see it in how they tailor lesson plans to youth’s interests and let them choose if they want to talk things out, listen to their favorite songs or draw to better support their creative writing. I see it in how they play along with youth as they test out new concepts, story plots, and ways of saying what they want to say. I see it in how they debrief with their partners and leave personalized notes of affirmation and inquisitive exploration on youth’s work each session. I see it in how they engage the adult allies in youth’s lives with care and respect.

So thank you, to our committed community of Writing Fellows for using your time and talents to nurture our next generation of youth expressing themselves with skill and confidence. We loved hearing why you love doing what you do, and can’t wait for you recieve your young author’s published works in your mailbox soon!

If you’re a local artist, writer or community member that’s interested in supporting emerging writers consider serving as a Writing Fellow for our upcoming 2021 Fall Semester. View requirements and submit your application here by August 1st, 2021. 

Want to hear more about why Savannah loves the Young Author Project?

Let Deep staff, volunteers and local educators tell it! See the full video, click here.


El Proyecto de Jóvenes Autores celebra los Compañeros de Escritura y la magia diaria de las tutorías

Esta entrada del blog ha sido escrita por Inés Rodriguez

Conforme llegamos al final del programa YAP 2020-2021, me gustaría recordar el papel integral que desempeñan nuestros comprometidos Compañeros de Escritura en cultivar las voces de nuestros brillantes jóvenes. 

Cada semestre, el Proyecto de Jóvenes Autores cuenta con más de 20 voluntarios en 17 escuelas públicas del condado de Savannah-Chatham. Desempeñan el papel de tutores de escritura y mentores creativos para ayudar a los jóvenes de Savannah a que cuenten sus historias con habilidad y confianza. Ofrecen un espacio seguro para explorar, imaginar y crear permitiendo así que los jóvenes se expresen y que vinculen lo que están aprendiendo en sus vidas con sus comunidades, y sus acciones con los cambios transformadores. 

Es un trabajo impresionante que consiste en nutrir lo más poderoso que tiene la juventud – su voz.

He usado la palabra impresionante porque sé de primera mano el impacto increíble que tuvieron los tutores en mi propia vida. Era una niña de primera generación con una voz extremadamente suave, a menudo temerosa, y creía que no tenía nada que valiera la pena decir y, menos aún, que valiera la pena escucharse. Pero hubo un grupo de personas en mi vida que vieron algo en que yo no lograba ver. 

Eran los maestros que escribían notas de afirmación o preguntas mostrando su interés en mis tareas de la escuela, los compañeros que me desafiaban para que hablara en alto, y los adultos que escuchaban con atención mi opinión sobre algún tema. Todos estos pequeños momentos me enseñaron que el único fracaso era no expresarme ni ser yo misma.

Yo misma. No como las otras personas ni como un molde en el que me querían obligar a meter. Estos pequeños angelitos se interesaron en lo que yo tenía que decir, en ver e imaginar el mundo a través de mi punto de vista. Me soltaron de las expectativas y estándares transaccionales y me ofrecieron estos micro-momentos y espacios para que simplemente fuera yo misma y me pudiera expresar.

Me gustaría pensar que mi camino ha sido único y, de alguna forma lo es, pero la verdad es que veo prueba de ello cada día cuando nuestros Compañeros de Escritura se comprometen con nuestra juventud durante nuestro curso de once semanas. Lo veo cuando adaptan los planes de clase según los intereses de los jóvenes y les dejan elegir entre hablar de temas profundas, escuchar sus canciones favoritas o dibujar como la mejor forma de ayudarles a escribir creativamente. Lo veo cuando trabajan con los jóvenes mientras prueban con nuevos conceptos, tramas y maneras de decir lo que quieren decir. Lo veo cuando se reúnen con sus compañeros y escriben notas personalizadas de afirmación y comentarios que muestran su interés sobre el trabajo de los jóvenes después de cada sesión. Lo veo cuando dialogan con los aliados de los jóvenes con cuidado y respeto.

Así que doy las gracias a nuestra comprometida comunidad de Compañeros de Escritura por usar su tiempo y talento para desarrollar nuestra próxima generación de jóvenes para que se expresen con capacidad y confianza. ¡Nos encantó escuchar por qué le gusta hacer lo que hace y estamos ansiosos de que reciba por correo su trabajo publicado como joven autor!

Si usted es artista local, escritor o miembro de la comunidad interesado en ayudar a los escritores emergentes, puede participar como Compañero de Escritura en el próximo semestre de otoño 2021. Vea los requisitos y presente su solicitud aquí antes del 1 de agosto, 2021. 

¿Quiere saber más sobre por qué a Savannah le encanta el Proyecto de Jóvenes Autores?

¡Deje que el personal de Deep, los voluntarios y educadores locales lo cuenten! Vea el vídeo completo haciendo clic aquí.